miércoles, 17 de junio de 2015

Kaspar Hauser



En Núremberg (Alemania), el 26 de mayo de 1828 apareció como por arte de magia un joven adolescente que tenia un comportamiento extrañamente infantil. Al no saber quien era ni de donde había salido este joven, la gente le preguntaba, pero era en balde, el joven solo repetía "Quiero ser soldado de caballería como mi padre". 
El adolescente medio-salvaje únicamente llevaba encima una carta la cual iba remitida al capitán Von Wessenig y que decía algo así:
"Le envío este chico que desea servir a su rey en el Ejército. Me fue entregado a mí, el 7 de octubre de 1812. Su madre me pidió que lo educara como a mi propio hijo. Desde ese día jamás le he dejado salir fuera de la casa. Él mismo no conoce el nombre del lugar. Puede preguntarle, pero no será capaz de decirle donde vivo. Lo saqué de la casa de noche. No podrá encontrar el camino de vuelta".


En la dicha carta había otra en su interior, la cual parecía firmar su madre, pero posteriormente se demostró que la había escrito la misma mano que la anterior, es decir por su padre. Esta carta daba a conocer su nombre, Kaspar, pero no su apellido, pues no tenía, dicha carta también decía cuando había nacido, el 30 de abril de 1812, y el motivo por el que se le dejaba en la calle, su padre había fallecido.

Tras la lectura de los escritos, y imposibilidad de obtener más información sobre el joven, el capitán Von Wessenig solo vio una salida, llevárselo a la comisaría de policía para tratar de esclarecer el caso, en la cual sorprendió a los allí presentes ya que a pesar de su infantil comportamiento fue capaz de en un papel escribir su nombre. Estando en comisaría, los agentes trataron de realizarle algunas preguntas, pero como se mostró anteriormente, Kaspar, no las entendía, mas respondió alguna que otra vez: ¡Caballo! ¡Caballo!. Los que observaron el comportamiento del pobre muchacho no sabían si clasificarlo como enfermo mental o salvaje, algunos de estos agentes también pensaban que podría tratarse de un simple impostor/bromista.
Al no ser posible cuidar del desdicha joven, los agentes decidieron ingresar a Kaspar en un alberge para indigentes bajo la tutela y cuidado de Andreas Hilter, un carcelero. En el alberge, alguno de sus “compañeros” estimaron que tendría alrededor de 16 años, pero también observaron el atraso en sus capacidades mentales.


Mientras estuvo en el alberge muchos curiosos pasaron a visitar/observar, algo que a Kaspar no disgustaba. Los viajantes podían ver que todos los alimentos que le llevaban, a excepción de pan y agua los rechazaba con asco. Todos estos acontecimientos y pruebas indicaban que el desafortunado muchacho había crecido de forma semisalvaje en las arboledas, a pesar de las muchas conversaciones que mantuvo con el alcalde a lo largo de su vida, Kaspar explicaba esta desde otro punto de vista: explicaba que había pasado sus 16 primeros años de vida totalmente solo en la oscuridad de una celda de tan solo 2 metros de largo por 1 de ancho, y de sólo 1.5 metros de altura, con una cama de paja y con la compañía de un caballo de madera de juguete. Cada mañana encontraba pan y agua al lado de su cama. Algunos días el agua sabía más amarga y al beberla dormía más profundamente que de costumbre, al despertarse alguien había cambiado la paja de la cama y cortado su pelo y uñas. Según el joven, el primer contacto que recuerda con una persona fue con un misterioso hombre que le había visitado poco antes de su liberación y que en ningún momento mostró su cara. Este hombre le enseñó a escribir su nombre y a mantenerse en pie y caminar.

Esta conocida historia, incluso a día de hoy, causó mares de hipótesis, estudios y análisis, transformando a Kaspar en objeto de atención internacional. Sobre este desdichado muchacho se dijo de todo, incluso que podía pertenecer a la realeza, posiblemente con la Casa de Baden, a pesar de que aparecían voces que afirmaban que era únicamente un impostor.
Lo que hoy en día está claro es que la explicación dada por Kaspar tiene lagunas, puesto que si hubiese vivido en las condiciones infrahumanas que afirmaba, el retraso mental que debería de tener habría de ser mayor, eso es lo que afirman los psiquiatras que han estudiado su caso.
Al cavo de un tiempo Kaspar demostró que no era un demente ni un enfermo mental mas había acciones que defraudaban a los que lo rodeaban, acciones como ante un espejo mirar detrás para encontrar a la persona que había dentro, tampoco era capaz de entender porque los objetos más lejanos se veían más pequeños, el cielo estrellado creía que estaba lleno de velas, y como dato curioso, el joven tenía muy desarrollado el sentido del olfato.


El Presidente de la corte de apelación bávara, Von Feuerbach, también empezó a investigar el caso. Kaspar en es enviado al filósofo y profesor de secundaria Friedrich Daumer, el cual enseño al joven a leer y a escribir, y le ayudó a descubrir su oculto talento, el dibujo. En este ambiente de cuidados parecía que Kaspar mejorar. El profesor, mientras estuvo al cuidado de Kaspar, sometió a este a tratamientos homeopáticos y experimentos magnéticos.
La vida de Kaspar en "la civilización" estuvo marcada por varios sucesos cuanto menos extraños (en los cuales se recogen acontecimientos como la muerte de Kaspar) los cuales fueron recogidos en una espacie de diario del cual se cree que el señor Daumer es el autor:
17 de octubre de 1829: Kaspar no baja a comer y es encontrado con un corte en la frente. Explica que mientras se encontraba en el baño había sido atacado y herido por un hombre encapuchado que le había amenazado con matarlo. El joven afirma haber reconocido la voz del encapuchado como la del hombre que lo había traído a Núremberg. Siguiendo el rastro de sangre observaron como después del supuesto ataque Kaspar había acudido primero la primera planta, donde estaba su habitación, pero en vez de ir a donde estaban sus cuidadores, había vuelto a bajar y habría entrado en la bodega. El suceso alarmó a las autoridades locales que pusieron escolta policial a Kaspar y pasó a estar bajo el cuidado de Johann Biberbach, una de las autoridades municipales. 

El presunto ataque también alimentó los rumores sobre que Kaspar fuera descendiente de la Casa de Baden. Los críticos de Kaspar consideran que todo fue una estrategia de Kaspar para provocar un sentimiento de pena en su profesor, con el que se había discutido hacía poco. De hecho, su profesor había empezado a creer que el chico tenía una marcada tendencia a decir mentiras. Las heridas en este caso se las habría infligido él mismo con una navaja.
9 de diciembre del 1833: Kaspar y Meyer tienen una discusión fuerte. Kaspar esperaba que Lord Stanhope le visitara esas navidades pero no fue así. Cinco días más tarde, Kaspar apareció en casa con una herida profunda en su costado izquierdo provocada, según el joven, por un extraño al jardín del tribunal de la ciudad donde este le había apuñalado y le había dado una bolsa. Cuando la policía acudió al jardín encontraron un pequeño bolso violeta que contenía una nota escrita a mano con lápiz de forma especular (que se lee reflejada en un espejo). La nota sólo contenía frases vagas sobre una supuesta procedencia de la frontera bávara, pero no aclaraba nada.
17 de diciembre de 1933: La herida resulta ser fatal y Hauser muere.

 Las incoherencias de la versión de Kaspar hicieron sospechar que el mismo se había producido las heridas y se inventó la historia de su ataque. La nota que se encontró contenía un error gramatical y otro ortográfico que eran muy habituales en Hauser. Resultó extraño que insistiera a la policía para encontrar el bolso, pero no preguntara después por lo que este contenía.
 La nota estaba doblada formando un triangulo, justamente la manera en que Hauser doblaba su cartas. En su lecho de muerte repetía cosas inconexas, una de ellas “escribiendo con lápiz”.
Aunque la ciudad de Núremberg ofreció una generosa recompensa por la captura del asesino y se llevó a cabo una intensa búsqueda, el asesino jamás se encontró. Los forenses concluyeron que era posible que él mismo se hubiera producido las heridas. Muchos autores creen que pudo haber sido un intento para reavivar el interés público sobre su historia y convencer a Stanhope para que cumpliera con su promesa de llevarlo consigo a Inglaterra. 


El desdichado Kaspar fue enterrado en el campo. En su lapida puede leerse:
"Aquí yace Casparus Hauser, enigma de su tiempo. Su nacimiento es desconocido, su muerte un misterio."
Sobre la vida del misterioso Kaspar Hauser se ha hecho una película titulada “El enigma de Kaspar Hauser” (1974) de Werner Herzog.


Resultado de imagen de Kaspar Hauser



No hay comentarios:

Publicar un comentario